sábado, 7 de abril de 2012

MODOS

Su origen y evolución.

Es muy común escuchar a la gente hablar de los 'modos griegos', sin embargo como veremos, los modos que usamos hoy en día no tienen mayor relación con ellos que el nombre. Aunque hoy se sabe que tanto los hebreos como los hindúes ya manejaban modos, se considera a la cultura griega como la precursora de las bases musicales de la cultura occidental. En aquella época, se fueron popularizando con el tiempo escalas como el dórico, frigio o lidio. Estas escalas a su vez daban origen a otras, comenzando una quinta abajo, de las cuales tomaban su nombre junto con el prefijo hipo, además de otras escalas que resultaban ser distintos órdenes de las anteriores o modos compuestos. Llegaron a conocerse hasta 15 modos distintos hasta que Ptolomeo los redujo a siete: hipodórico, hipofrigio, hipolidio, dórico, frigio, lidio e hiperdórico ó mixolidio.
Los romanos fueron imitadores de los griegos en lo que se refiere a su sistema musical y adoptaron su notación. Este sistema fué simplificado por Boecio, filósofo y músico de la antigüedad, y su notación fué reducida a su vez por el papa Gregorio, aunque parece ser que durante la edad media se usaron simultáneamente las notaciones boeciana y gregoriana. Con respecto a la notación de los modos, existe gran confusión ya que no se han respetado los criterios que los griegos tenían para la colocación de las quintas y cuartas.
En el siglo IV, san Ambrosio, un obispo de Milán, reconoció cuatro modos y los llamó auténticos. Posteriormente, la música polifónica influyó en los modos del canto llano y produjo en ellos ciertas modificaciones, se conservaron los nombres aunque sin aplicarse correctamente la técnica, lo cual causó confusión en el sistema de escalas. Los modos medievales eran ocho, divididos en Auténticos (nones) y Plagales (pares): Dórico (1), Hipodórico (2), Frigio (3), Hipofrigio (4), Lidio (5), Hipolidio (6), Mixolidio (7), e Hipomixolidio (8).
Glareano publicó en 1547 un libro llamado Dodecachordon, en el que resumió toda la teoría que en ese momento había acerca de los modos y trató de darles orden proponiendo un sistema de doce modos, seis auténticos y seis plagales. Él introdujo los modos Eólico (9), Hipoeólico (10), Jónico (11) e Hipojónico (12).  El modo Locrio se introdujo después, sólo para completar el modelo según el cual se generaba un modo auténtico sobre cada una de las notas naturales. 
Esta nomenclatura se generalizó por lo que, más que modos griegos, son los modos ecleciásticos (o medievales) los que, de alguna manera, llegaron hasta nuestros días, aunque la manera de trabajar con ellos actualmente también es distinta debido a que, con el tiempo, el Jónico se convirtió en el modo Mayor, y el Eólico en el modo Menor, mientras que los demás modos cayeron en desuso después del Barroco y se retomaron hasta el siglo XX, pero esta vez había una tradición de 150 años de música tonal como referencia auditiva que determinó la manera de trabajar modalmente en este tiempo, primero por los compositores post-románticos y, más adelante, en la música popular contemporánea (jazz, rock).
A continuación te presento los cifrados de los modos como los conocemos actualmente. Por arriba de cada escala está la colocación de 5as y 4as como acostumbramos usar (1 -5 -8) mientras que por debajo está al revés (primero la 4a y luego la 5a), y a la derecha están sus equivalencias en las distintas nomenclaturas, por lo que resultan evidentes los cambios que sufrieron a través del tiempo.


Nota: el Lidio e Hipolidio medievales (o gregorianos) usaban Bb en lugar de B.

jueves, 5 de abril de 2012

Esferas de Vecindad

Sistema de improvisación modal.

1. Prólogo
2. Antecedentes
3. Clasificación funcional de las escalas
4. Análisis modal de las escalas de trabajo

5. Conceptos de improvisación
6. Esferas de Vecindad
7. Epílogo
8. Anexos gráficos
9. Teoría de Grafos aplicada al sistema de Esferas de Vecindad



1. Prólogo


Este libro se publicó originalmente en 1996, con errores por las presiones para entregarlo rápidamente. Además de no tener diseño había errores en las tablas, aunque quienes lo comprendieron seguramente se dieron cuenta y también encontraron las soluciones; años después empecé a enviarlas por correo electrónico a quienes me reconocían por el libro. Yo lo reescribí, cuidando los errores, revisando el contenido y la redacción, con un poco más de trabajo en el diseño, además de presentar la aplicación a la guitarra eléctrica, pero ya no se publicó, excepto por algunos pocos ejemplares de manera independiente.
Este trabajo comenzó como un proyecto personal de investigación, para resolver mis dudas, mis inquietudes, y después las de mis alumnos. Lo único que hice fue presentar, a mi manera, algo que me parecía evidente, sistemático y general.
Esferas de vecindad es un sistema de escalas que aportan riqueza modal a la improvisación sobre una tonalidad, y en donde el concepto de las 'esferas' simplemente explica la relación que hay entre las escalas. Los conceptos de improvisación de algunos músicos que he tenido la oportunidad de estudiar son casos particulares o aproximaciones al sistema.
Esta versión suprime muchos de los temas que pudieran servir de introducción, explicación o demostración, y presento sólo aquellos que sean necesarios para entender la esencia del modelo, por lo que su extensión se ha reducido considerablemente y, más que un libro, es una guía.


El resto del libro ya no está disponible libremente. Si deseas su contenido y sus gráficos, puedes contactarme para comprarlo o solicitarme clases sobre el tema, y de esa manera puedes conseguir tanto este trabajo como los que he escrito después.

martes, 10 de enero de 2012

Compositores vs Autores

(A)

Frecuéntemente hay una confusión al usar la palara "compositor" en la música popular contemporánea. Para algunos, es el músico capaz de componer canciones, obras instrumentales, música para medios, etc., y por lo general también hace los arreglos para los instrumentos que utiliza; para otros, es simplemente el que puede escribir letras y delinear sus respectivas líneas melódicas, independientemente de que las pueda escribir o no, y en el mejor de los casos es capaz de acompañarse con un instrumento armónico.

Para algunos más, el compositor debe poder abordar varios géneros y escribir todo lo que hace, sin depender de la tecnología para retener sus ideas y que los demás las puedan escuchar o leer; y algunos piensan que se puede trabajar un sólo género, como un especialista, y que la tecnología está ahí precisamente para usarse... el problema es que hay quien no la usa, sino que abusa de ella, y si no hay tecnología, tampoco hay "composición".

(B)

Pero lo cierto es que mucha gente puede escribir letras, hacer melodías, estructurar canciones, incluso arreglos básicos, sólo porque tiene un talento natural para expresar sus ideas o para imitar modelos establecidos, pero por eso hay tantos compositores limitados (o mediocres), que piensan que por su talento no necesitan prepararse, y por eso quedan atrapados en los mismos patrones, con los mismos vicios, perpetuando errores... eso es un reflejo de la realidad cultural del medio en el que se desenvuelva.

(A)

Regresando al tema, creo que la confusión radica en confundir lo que es un Compositor (y Arreglista) Musical, con un Autor de Canciones, y el origen del problema quizá sea que en el derecho de autor se registran letras y melodías, no arreglos. La mayoría de los Autores de Canciones que conozco o con los que he trabajado no saben escribir su música ni hacer arreglos, por eso sólo graban sus canciones en audio o video para mostrar las ideas, y necesitan a un músico (Compositor y Arreglista, por lo general) para que haga ese trabajo, el mismo con el que después se "paran el cuello" presumiendo "su canción" (con arreglos incluídos). Esa situación me recuerda aquel capítulo de "los picapiedra" en el que Pedro le dice a Pablo que busquen a un músico para que haga los arreglos de su canción, a cambio de una mísera suma de dinero, y que luego ellos se hagan ricos con las regalías :-S

(CODA)

El poder escribir letras y melodías no es lo que hace a un verdadero compositor, eso es sólo una parte de su campo de trabajo, y hay géneros que ni siquiera usan letra, sólo música. Para ser un compositor y arreglista completo se requiere una preparación académica (musical) que le permita hacer canciones con letra o instrumentales en cualquier género y para cualquier propósito, ya sea porque conoce el género (si no es que lo domina) o porque tiene la capacidad de analizar cómo se manejan los elementos de la música en algún género fuera de su experiencia cotidiana; además de trabajar por oficio (sin depender de la inspiración) después de comprender los "por qué" y practicar los "cómo" hasta que su uso sea intuitivo y espontáneo; y finalmente, poder escribir lo que se hace sin depender de la tecnología para que los demás puedan conocer lo que se compone.