Es muy común escuchar a la gente hablar de los 'modos griegos', sin embargo como veremos, los modos que usamos hoy en día no tienen mayor relación con ellos que el nombre. Aunque hoy se sabe que tanto los hebreos como los hindúes ya manejaban modos, se considera a la cultura griega como la precursora de las bases musicales de la cultura occidental. En aquella época, se fueron popularizando con el tiempo escalas como el dórico, frigio o lidio. Estas escalas a su vez daban origen a otras, comenzando una quinta abajo, de las cuales tomaban su nombre junto con el prefijo hipo, además de otras escalas que resultaban ser distintos órdenes de las anteriores o modos compuestos. Llegaron a conocerse hasta 15 modos distintos hasta que Ptolomeo los redujo a siete: hipodórico, hipofrigio, hipolidio, dórico, frigio, lidio e hiperdórico ó mixolidio.
Los romanos fueron imitadores de los griegos en lo que se refiere a su sistema musical y adoptaron su notación. Este sistema fué simplificado por Boecio, filósofo y músico de la antigüedad, y su notación fué reducida a su vez por el papa Gregorio, aunque parece ser que durante la edad media se usaron simultáneamente las notaciones boeciana y gregoriana. Con respecto a la notación de los modos, existe gran confusión ya que no se han respetado los criterios que los griegos tenían para la colocación de las quintas y cuartas.
En el siglo IV, san Ambrosio, un obispo de Milán, reconoció cuatro modos y los llamó auténticos. Posteriormente, la música polifónica influyó en los modos del canto llano y produjo en ellos ciertas modificaciones, se conservaron los nombres aunque sin aplicarse correctamente la técnica, lo cual causó confusión en el sistema de escalas. Los modos medievales eran ocho, divididos en Auténticos (nones) y Plagales (pares): Dórico (1), Hipodórico (2), Frigio (3), Hipofrigio (4), Lidio (5), Hipolidio (6), Mixolidio (7), e Hipomixolidio (8).
Glareano publicó en 1547 un libro llamado Dodecachordon, en el que resumió toda la teoría que en ese momento había acerca de los modos y trató de darles orden proponiendo un sistema de doce modos, seis auténticos y seis plagales. Él introdujo los modos Eólico (9), Hipoeólico (10), Jónico (11) e Hipojónico (12). El modo Locrio se introdujo después, sólo para completar el modelo según el cual se generaba un modo auténtico sobre cada una de las notas naturales.
Esta nomenclatura se generalizó por lo que, más que modos griegos, son los modos ecleciásticos (o medievales) los que, de alguna manera, llegaron hasta nuestros días, aunque la manera de trabajar con ellos actualmente también es distinta debido a que, con el tiempo, el Jónico se convirtió en el modo Mayor, y el Eólico en el modo Menor, mientras que los demás modos cayeron en desuso después del Barroco y se retomaron hasta el siglo XX, pero esta vez había una tradición de 150 años de música tonal como referencia auditiva que determinó la manera de trabajar modalmente en este tiempo, primero por los compositores post-románticos y, más adelante, en la música popular contemporánea (jazz, rock).
A continuación te presento los cifrados de los modos como los conocemos actualmente. Por arriba de cada escala está la colocación de 5as y 4as como acostumbramos usar (1 -5 -8) mientras que por debajo está al revés (primero la 4a y luego la 5a), y a la derecha están sus equivalencias en las distintas nomenclaturas, por lo que resultan evidentes los cambios que sufrieron a través del tiempo.
Nota: el Lidio e Hipolidio medievales (o gregorianos) usaban Bb en lugar de B.
Nota: el Lidio e Hipolidio medievales (o gregorianos) usaban Bb en lugar de B.