Aunque son relativamente recientes areas como la 'Cromoterapia' o la
'Psicología del color', desde hace mucho tiempo se ha buscado relacionar los
sonidos con los colores. Quizá porque se corresponden
en número los sonidos llamados 'naturales' (en occidente) con los colores
obtenidos por la refracción de la luz blanca al pasar por un prisma o por el agua presente en la
atmósfera (arcoiris). Quizá por razones
interdisciplinarias, metafóricas o sinestésicas, el caso es que subjetivamente se han querido asignar colores a
ciertas notas o, a un nivel mayor, a tonalidades musicales... y por supuesto no
existe una convención al respecto.
Pero incluso buscando ser objetivos hay conflictos debido a los
cambios de referencia (diapasón) que ha habido en
los últimos 400 años de historia de la música. Un músico respetable como Ludwig Van Beethoven decía que Bm (con cinco sonidos 'naturales' y dos 'sostenidos') era 'la
tonalidad negra', lo cual sólo es comprensible si
conocemos dos datos relevantes: Beethoven tenía 'oído absoluto' (memoria auditiva para reconocer cualquier frecuencia del
rango audible), y el hecho de que esas frecuencias que a él le parecían
tan lúgubres corresponden aproximadamente con lo que
actualmente sería la tonalidad de Bbm (con sólo dos notas
'naturales' y cinco 'bemoles').
Pero ¿es cierto que puede existir una relación
entre sonidos y colores que se justifique con argumentos físicos mas que con criterios subjetivos o con fenómenos psíquicos o psicológicos? Mi respuesta es: sí, pero el
resultado no será
tan romántico como lo sugieren esos cachondeos intelectuales
que se propagan por las redes sociales.
Las frecuencias del espectro audible llegan hasta los 20KHz
(aproximadamente), lo cual puede expresarse como 2x104 Hz. Para
poder compararlas con el espectro visible, tenemos que alcanzar un orden de
magnitud de 1014 Hz, por lo que debemos ir duplicando las
frecuencias de las notas (ascendiendo por octavas), unas 40 ó 41 veces, hasta llegar al rango de las centenas de Tera Hertz (THz). Así como el espectro audible se acepta con valores fáciles de recordar entre 20Hz y 20KHz, podríamos aplicar algo similar para el espectro visible, diciendo que se
encuentra entre los 400 y los 800 THz.
Sin entrar en conflicto con cuál debe o puede
ser la referencia más adecuada, y sin importar las razones técnicas,
filosóficas o espirituales para justificarla, haré una correlación entre los sonidos y las bandas del espectro visible. Elegí los armónicos naturales en el índice central para una
fundamental (DO) de 32Hz (lo cual incluye un LA de 416Hz) y también
calculé los valores para un temperamento igual de doce sonidos a partir del DO
de 256Hz, que es el que se encuentra en el índice central
de la serie anterior (lo cual incluye un LA de 430Hz).
Cualquiera puede hacer el comparativo con alguna otra afinación de su preferencia o curiosidad, para observar si hay algún cambio significativo, aunque no habrá tanta
divergencia en los números. Quien tenga el tiempo para verificar si los resultados obtenidos
aquí se alteran con el estándar de afinación en algún otro período de la historia musical, o usando afinaciones naturales, temperadas
o pitagóricas, lo invito a que nos comparta el fruto de su trabajo, pero espero
poca variación en general, a menos que alguna frecuencia se encuentre en la
frontera entre dos bandas.
Por ejemplo, la nota LA, desde valores de 416Hz (incluso menores) hasta 440Hz, se
mantiene dentro del color rojo, y sólo al llegar al
valor de 442Hz, lo cual ya es muy alto, cruza apenas el límite hacia el anaranjado.
En la tabla 1 se presentan los rangos de las frecuencias de los colores, expresadas
en THz:
En la tabla 2 se encuentran las frecuencias para las notas de la escala cromática, en el índice 5 (de acuerdo con la notación de Riemann),
derivadas de la serie de armónicos naturales y de
los cálculos del temperamento igual.
Las frecuencias para las notas en la serie de armónicos se obtienen multiplicando el número
de sonido dentro de la serie por la
frecuencia de la fundamental (sonido 1):
f = nfo
Algunas notas se obtienen para el índice 6, y en
ese caso hay que dividir entre dos para ubicar la octava en el índice anterior. Como en la afinación natural los sostenidos y bemoles no son los mismos sonidos como ocurre en la escala cromática temperada, el nombre correcto al leer en la tabla será el del armónico que se obtine en la serie de armónicos naturales.
Las frecuencias para las notas en un sistema de temperamento igual de
doce sonidos se obtienen multiplicando la base por la raíz doceava de 2 (que es igual a 1.059463) elevada a la distancia en
semitonos que las separan de la base:
f = fi*(1.059463)d
También se pueden observar en la tabla 2 las frecuencias extrapoladas de las notas y la
banda que les correspondería en el espectro
visible.
Por ejemplo, al duplicar 41 veces la frecuencia del Do de 256Hz (256*241)
llegamos a 5.6294995x1014 Hz, o lo que es lo mismo, 562.95THz, valor
que en el espectro visible cae dentro del rango de frecuencias para el color
verde.
El resultado decepcionará a muchas
personas, pero al menos ya tendrán una base para
desechar toda esa información incorrecta que la
gente acepta sin verificar o por lo menos cuestionar.
Hasta la próxima.